¿Cuál morral usas? Es una de las preguntas más recurrentes que he encontrado con estudiantes y fotógrafos, ya que su elección es fundamental en nuestro equipo y en ocasiones se convierte en una búsqueda ardua hasta encontrar el que mejor se ajuste a nuestras necesidades.
No es lo mismo un morral de fotografía clásico de los que se consiguen en el mercado para cargar el equipo a una sesión en un estudio o locación, que un morral de fotografía para naturaleza. La elección de éste puede ser la más importante de nuestro equipo. Existen muchas marcas y modelos, (buenos, malos, bonitos, baratos, caros), pero lo cierto es que no todos están diseñados para la fotografía de naturaleza. Debemos recordar que como fotógrafos de paisaje no solo cargamos nuestro equipo fotográfico, con nosotros van otra serie de accesorios e implementos para enfrentarnos a los diferentes entornos naturales.
La diferencia entre estos morales clásicos que solo sirven para ordenar y llevar de equipo en el carro o trayectos cortos, radica en que estos están diseñados para soportar el peso sobre tus hombros, mientras que un buen morral se encuentra diseñado, para que el peso esté soportado sobre las caderas, lo cual nos permite no solo llevar más peso, sino cargarlo por grandes periodos de tiempo de forma distribuida.
La compra del morral es algo que no debe tomarse a la ligera. Yo recomiendo un morral de al menos 40 litros, que cuente con correas graduables y ajustables, cinturón lumbar, protector de lluvia y diferentes bolsillos y compartimentos. Este tamaño, también, es perfecto para viajes en avión, ya que por su tamaño podemos llevarlo en cabina al tener las mismas dimensiones de una maleta normal de rodachines.
Después de mucho buscar a través de estos años, he llegado a 4 marcas que ofrecen los mejores morrales para fotografía de naturaleza: Nya-Evo, Shimoda, F-stop, AtlasPack y Osprey. Esta última marca no diseña morrales específicos para fotografía, pero dentro de su gama de escalada y esquí, tienen unos óptimos y muy cómodos sobre los 42 y 30 litros. Cuando realizo travesías de varios días, suelo llevar morrales de 65 a 85 litros, en los cuales acomodo sobre la parte de arriba mis estuches o ICU con el equipo para tener un rápido acceso a estos durante la jornada.
¿Qué tienen todos estos morrales en común fuera de su ergonomía?. Son morrales que permiten acomodar de forma práctica a través de sus aberturas traseras un ICU o estuche, los cuales puedo cambiar a elección del viaje acorde al equipo que esté realizando. Este sistema además de ser práctico nos permite llevar de forma organizada y bien distribuida nuestras cámaras, objetivos y filtros entre otras. Estos ICU o estuches los encontramos en diferentes tamaños. En la actualidad utilizo morrales de la marca Shimoda, considero su ergonomía la mejor del mercado.
Un ICU pequeño es ideal para llevar un teleobjetivo o una cámara con uno o dos objetivos de más. En un ICU mediano, el cual es mi configuración regular al salir a hacer fotografía de paisaje, puedes acomodar la cámara, 3 objetivos, un kit de filtros, baterías y memorias extra, así como un pequeño kit de limpieza. Y un ICU grande, básicamente, tiene el tamaño del mediano y pequeño juntos. Por lo tanto, a tu configuración básica le permite añadir un teleobjetivo, o un juego de flash, o accesorios específicos.
La ventaja de los ICU radica en ser estuches rígidos que permiten cambiar su configuración y adecuarlas acorde al equipo que vayamos a utilizar en cada una de nuestras salidas a campo.
En mi caso, suelo utilizar un ICU grande cuando me dispongo a llevar un equipo de fotografía completo para sesiones Macro o de fotografía de fauna, lo cual implica llevar conmigo un par de lentes de más y otros implementos.
Otra característica importante de los morrales para fotografía de naturaleza es sus correas o straps, que nos permiten ajustar el morral y la carga de éste. A través de estas es que podemos fijar a nuestro morral el trípode, compañero fundamental de todo fotógrafo de naturaleza. En lo personal suelo fijar en uno de los costados, asegurándome que el peso se encuentre distribuido en el morral con mi botella de agua o dejando un equipo más pesado al lado contrario; de esta forma, obtengo un peso parejo y distribuido. Otra forma de cargar el trípode, es a través de las correas en su parte trasera (lomo del morral). Muchos de estos morrales traen correas específicas para asegurar equipos de montaña, como bastones, piolets, etc.
Finalmente hablaré de tres accesorios importantes en nuestro equipo para nuestro morral, que le darán protección frente a las inclemencias del clima: el rain cover o funda de lluvia, las bolsas secas y un poncho para la lluvia.
Aunque la mayoría de los morrales traen unas telas de repelencia al agua, esto no quiere decir que sean impermeables. Un rain cover o funda de lluvia nos ayuda a dar una protección extra frente a esta y mantener nuestros equipos protegidos; al mismo, tiempo aislamos nuestro morral del barro y del sol directo.
Sin embargo, debemos recordar que los rain cover o fundas de lluvia no protegen el morral en su totalidad, siempre quedaraá descubierta la zona trasera que pega contra nuestra espalda. Y en tormentas muy fuerte y prolongadas, como suele ocurrir en climas tropicales, un buen poncho de lluvia especial para llevar morrales nos ayudará a dar esa protección adicional y mantener nuestro morral seco.
Suelo llevar conmigo siempre un poncho para estas situaciones, a pesar de contar siempre dentro de mi equipo personal con una chaqueta de Gore-tex y un pantalón impermeable. Esto me da la tranquilidad de tener protegido mi equipo frente a lluvias de 2 a 5 horas continuas.
Finalmente, hablaré de las bolsas secas. Accesorio para mí indispensable, para organizar y mantener con una protección extra mi equipo. Estas las hay de todos los tamaños y materiales, lo importante es que dentro de sus características de fábrica sean “impermeables” y no repelentes al agua y que posean sus costuras termo-selladas. Suelo llevar todo dentro de mi morral en bolsas secas organizado, desde los accesorios fotográficos a implementos personales, esto me permite acceder a lo que necesito y encontrarlo de forma rápida dentro de mi morral.
Por otro lado, llevo conmigo una bolsa seca del tamaño del ICU, que estoy cargando, para dar a este una protección extra al momento de lluvias torrenciales, cruces de ríos y navegación en bote, donde mi morral puede sufrir algún percance. Recordemos que el análisis y gestión de riesgo en las salidas de naturaleza es importante y debemos minimizar cualquier situación para así evitar percances.
Cómo hemos visto, en la fotografía de naturaleza, el tener una mochila de fotografía diseñada para la aventura es una de las mejores compras de nuestro equipo. Por lo tanto, el revisar cual es la mejor opción para nosotros es importante.
Antes de comprar tu mochila, investiga en internet los comentarios (review) del misma. Analiza la ergonomía, comodidad y distribución del peso del morral. Pon mucha atención al cinturón lumbar y correas de ajuste, así como al sistema de transporte de los equipos (esto es decisivo al momento de proteger la cámara, filtros y objetivos).
Una buena mochila puede ser una inversión costosa, pero a largo plazo, se convertirá en tu compañera de aventuras seguramente por varias décadas.
Muy buenos consejos, gracias. Los voy a tener en cuenta.